miércoles, 29 de octubre de 2008

Toco mi tambor, de día y de noche




Mi padre esta frito.
Y es que esto de la percusión me mola mucho.

Ya he pedido a mis papis un xilófono para deleitarles con mis habilidades las tardes de los domingos. Y es que ando enfrascado (bueno mi madre) en la celebración de ese gran día en el que todos los seres humanos tenemos un gran recuerdo y foto curiosa: EL PRIMER CUMPLEAÑOS!

Es todo un acontecimiento y mi madre se encargará de todo con la ayuda inestimable de mi papá (eso si le dan un respiro en el curro...) Yo le veo por la mañana un ratito pequeño, me pone el DVD con Barrio Sésamo me da el bibe y se pira hasta que ya es de noche y le veo justo antes de irme a dormir...vidas de papás supongo!

Lo mejor de tener esta gran habilidad innata es que mi madre esta encantada. La idea del tambor fué de ella. Hace mucho, mucho tiempo cayó en sus manos una cinta de VHS (fijaos el tiempo) con el título "El tambor de hojalata" peli de Volker Schlöndorff, basada en la clásica novela del premio Nobel Günter Grass. Este es el drama de un joven que toca el tambor para combatir su desesperación y cólera durante el ascenso del tercer Reich. (Ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes y del Oscar a la mejor película de habla no inglesa el año 1979)

Y Oscar el tamborilero formó parte de su vida para siempre.

De ahí lo orgulllosa que esté de mí de la pasión compartida por el instrumento y es que todo tiene su porqué.

Víctor

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